domingo, 27 de noviembre de 2011











PALABRAS MAESTRAS


EL SILENCIO ES GRATO






El silencio, que es nuestra naturaleza real, acoge todos los pensamientos. En el silencio hay sitio para todos los pensamientos, para todas las palabras, para todas las enseñanzas, para la concordia y las discordias. En antes, durante y después de las palabras. Debido al silencio podemos oír nuestros propios pensamientos, nuestras propias palabras. Y, sin embargo, el silencio es inexpresable. Totalmente estable, idéntico siempre a sí mismo. No tenemos que llegar a él, está aquí, siempre perfectamente reconocible, no nos es ajeno ni remoto.

El silencio es grato. Las enseñanzas y sus controversias agotan, las palabras agotan. El silencio es grato, es bueno en sí. Nada por muy inteligentemente que sea dicho puede abarcarle, ni tocarle. El silencio es bueno, muy bueno en sí.

Extracto de la charla ofrecida por Pedro Rodea el 18 de febrero de 2009.



















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