miércoles, 21 de diciembre de 2011







CUENTO 






¿Pequeño? Aquí en Rijmenam
todo es pequeño.
La plazuela es pequeña,
las calles son pequeñas,
los hombres son pequeños.
En Rijmenam todo es pequeño.
¿Pequeño? Aquí en la tierra
todo es pequeño.
El ansia del dinero es pequeña,
la crueldad sanguinaria es pequeña,
  y sobre todo el amor es pequeño.
En la tierra todo es pequeño.
¿Pequeño? En el universo
todo es pequeño.
Los quarks son pequeños,
los leptones son pequeños,
e incluso en cualquier parte
los siete enanos son pequeños.
Entonces, ¿qué me importa a mí
que tenga que ser pequeño en el universo
o en Rijmenam?


Fa Claes








consuelo crepuscular



¿El lado hermoso de la vida?
Que tenga su complemento
en el otro lado abominable;
en nada lo hace más hermoso
aunque no lo aniquila.
Los dos están
incomprehensibles el uno al lado del otro.
Es particularmente difícil
  desde los momentos oscuros ver algo
que de cualquier manera podría ser luz.
Francamente, no sabría dónde
en Rijmenam, dónde en el universo
encontraría consuelo.
Pero lo que deploro más:
no sé nada con que
pudiera consolar
Rijmenam o el universo.
Eso pone pena sobre pena.
Pienso. Inclino la cabeza,
sigo trabajando. Y callo.




 Fa Claes













cumplimiento





Mediodía, pero sombrío el aire.
Hay tormenta, la lluvia retumba y
el relámpago hiende.
De pronto estamos siglos atrás.
La tierra humea, se arremolina, hierve.
Titanes de agua en ráfagas,
el aire resuena cuando el fuego
quema la cortina.
La evolución ha comenzado apenas
aquí, yo, en Rijmenam.
¡Dios!, ¡Dios!, pudiera mañana encontrarse unos miles
de quintillones de eones y más tarde aún,
  quiero escribir: el cumplimiento
de los esfuerzos,
de tanto esfuerzo
la solución, por fin,
el resultado más consumado.



Fa Claes




                               


                                


                                   

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