domingo, 18 de diciembre de 2011








LOS  NIÑOS  DE LA SABIDURIA







Descifran el misterio de la vida
a los pocos días de su llegada al mundo
y dan cátedras acerca del universo
desde sus pequeñas cunas blancas.

Tienen el asombroso talento de reir
cuando deberían llorar de amargura
y derraman lágrimas de impotencia
ante la ignorancia de los predicadores.

Aman con un amor tan poderoso
que son incapaces de odiar
y en tiempos de dudas y derrotas
buscan consuelo entre ellos mismos.
.
Son agredidos por bestias al acecho
seres oscuros que hieden a cobardía
dejando profundas heridas de interrogación
en sus transparentes cuerpos y almas.

Saben con certeza que existen los ángeles
porque vuelan con ellos por parques y plazas
y construyen fabulosas obras de ingeniería
al borde de los grandes océanos del verano.

Ian Welden


de: Plegarias Al Amanecer








EL EXTRAÑO





Dices no estar muy segura
pero que pareces divisar a un extraño
riéndose de ti
en los crátares más profundos
de mis ojos.
Como el hombre en la luna
que cuando niños creíamos ver
acechando en las noches de diciembre
entre juego y juego.

El tiempo y la ciencia
se han encargado de demostrar
la falsedad de semejantes sospechas.

Lejos de ser un extraño
que ríe y nos acecha
es un pobre centauro confundido
que desde una luna abandonada
lanza sus flechas de amor
hacia un universo que no lo comprende.



 poemario AMOR Y DESAMOR 

 Ian Welden









FLORESCENCIA





En el eco ojival de mi transparencia


en tu recuerdo me diluyo...
  
Mis húmedos surcos navegables



afloran


en el intermitente canto de tus deseos.

Sumerges pistilos en mis labios abismales,


produciendo capilares estertores
 
me vuelvo tu cómplice


 y convulsiona mi cuerpo en tu lecho.


En tus manos soy mar incontenible,


 horizontales anhelos,


 hembra previsible ante la presencia


de innumerables goces.

Mis secretos escondidos humedeces.


 Poro a poro se bañan mis fuegos seculares,


 tiemblo, grito,


 mareas sucesivas y salvajes


 repertorio de conjunciones fulminantes.


 Embates fragorosos, ¡gemidos!

Incontrolables pulsaciones


del conjuro procreador multiplicante.



Ya sin quejas descanso en tu piel
 
despejada de líquidas sorpresas.

Tranquila,

serena,


iluminada.



Jessenia

de;Fugacidades





































No hay comentarios:

Publicar un comentario

-