sábado, 17 de diciembre de 2011





EL ROMPEOLAS

El sonido de las olas en el malecón de mi alma,  se diluirá con el caminar del tiempo. Solo quedará en el recuerdo la espuma deslizándose sobre las formas pétreas, a modo de bálsamo enriquecedor de heridas inexistentes pero latentes y abiertas. 

Es ahora, cuando tintinea cada son,  a modo de desgarrador lamento, sometiéndole con la voracidad de una bestia sabedora de la debilidad de un ego, lanzado a la sincera entrega, a esencias cautivadoras de cardinal eclosión, hipnóticas en extremo, que le condenan a navegar en bajeles de incertidumbre, sinrazón y misterio, alejándole de su bahía de protección y calma.

Es ahora cuando en un desierto de antagonismo, entre razón y sentimientos, asoman las miserias con insolencia burlona, mostrándose cristalinas ante los ojos del mundo, sumido en una inercia de dinámica ingratitud, cuyo final se antoja incierto.


CONSTAMPLA (Compendio de poesia)















UN AMOR  IMPOSIBLE










Quedó postrado en el lecho, con la mirada perdida en la techumbre de la alcoba y una sonrisa que, aun pareciendo de felicidad, escondía la desazón que turbaba su corazón relanzado. Atrás quedaban los días intensos de desatada pasión e incontenible deseo, atrás quedaban los besos marcados a fuego en los labios con delicada ternura, atrás quedaban retazos de un nuevo amanecer que diluyó el tiempo y la opacidad de la realidad mundana, cerrando para siempre la posibilidad, de que asomare un solo rayo de luz. 
Su alma se retuerce inquieta, rebelde a los dictados de la razón, iluminada por los fulgores de la erupción de amor, nacida en las entrañas del volcán de las ilusiones que únicamente apagará el vasto mar que ahora los separa.








CLAUDICA EL TIEMPO



Miradas entretejidas sustentadas por  las pupilas que como imanes se atraen, dos labios que se examinan y hallan, dos lenguas que se adhieren y bromean precisas trenzando al compás de los armónicos deseos.

Manos que agasajan cada intervalo de la dermis desatando sacudidas de fantasía, y un irremisible deseo de fundir las almas entre gemidos de anhelo.

El tiempo claudica y se ausenta, la magia atora el espacio en plenitud de dicha, acompañada por los gemidos de ensimismadas gargantas, que lanzan  sinfonías de gozo al decorado del cielo.









No hay comentarios:

Publicar un comentario

-