AL SOL UN DIA DE DICIEMBRE
Reina en el cielo. ¡Sol!, reina, e inflama
con tu almo fuego mi cansado pecho!
sin luz, sin brío, comprimido, estrecho,
un rayo anhela de tu ardiente llama.
con tu almo fuego mi cansado pecho!
sin luz, sin brío, comprimido, estrecho,
un rayo anhela de tu ardiente llama.
A tu influjo feliz brote la grama;
el hielo caiga a tu fulgor deshecho:
¡Sal, del invierno rígido a despecho,
rey de la esfera, sol: mi voz te llama!
el hielo caiga a tu fulgor deshecho:
¡Sal, del invierno rígido a despecho,
rey de la esfera, sol: mi voz te llama!
De los dichosos campos do mi cuna
recibió de tus rayos el tesoro,
me aleja para siempre la fortuna:
recibió de tus rayos el tesoro,
me aleja para siempre la fortuna:
bajo otro cielo, en otra tierra lloro,
donde la niebla abrúmame importuna…
¡Sal rompiéndola, sol, que yo te imploro!
donde la niebla abrúmame importuna…
¡Sal rompiéndola, sol, que yo te imploro!
GERTRUDIS GOMEZ DE AVELLANEDA
BRINDIS POR UN INSTANTE
Voy a bordar de tibias lentejuelas
este instante que es mío,
a tapizar de fresas y esperanzas
su borde inmaculado.
este instante que es mío,
a tapizar de fresas y esperanzas
su borde inmaculado.
Mientras mañana, o todos los momentos
que velan tras el muro de las horas
permanezcan ocultos,
voy a tomar alegre de la mano
el sol que ya comienza a besar mi butaca,
el vaivén de las hojas
que sobrepasan libres los últimos balcones,
el perro que dormita confiado.
Voy a beber la copa del silencio
que siembra paz y amor en el ambiente
para elevar un brindis de ternura
por el dulce recuerdo
de todos mis amigos.
que velan tras el muro de las horas
permanezcan ocultos,
voy a tomar alegre de la mano
el sol que ya comienza a besar mi butaca,
el vaivén de las hojas
que sobrepasan libres los últimos balcones,
el perro que dormita confiado.
Voy a beber la copa del silencio
para elevar un brindis de ternura
por el dulce recuerdo
de todos mis amigos.
revolotea lejos de mis cuatro paredes,
voy a gustar el vino sorbo a sorbo
de este instante de luz que me acompaña.
TERESA BERENGER
DESPACIO
tan despacio.
Pavesa diminuta, luz efímera
tu amor, aunque me empeñe en sustentarlo.
Tan despacio te pierdo.
Y hasta el dolor que aferro con argucias
se vuelve limitado y manejable.
Tan despacio te pierdo,
con tanta exactitud,
irrevocablemente.
De “Alcoba del agua” 2002
JOSEFA PARRA
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