viernes, 16 de diciembre de 2011

LOS COLIBRIES LIBAN LAS FLORES...


YA PASO  LA LLUVIA  , EL AMBIENTE  HUELE A TIERRA Y A CIPRES,DEJO EL MATE SOBRE LA MESITA...EN ESTOS  MOMENTOS  ES MUY BUENO  ESTAR SOLA, ES UNA MAGIA INTENSA, APARECEN ENTONCES SOBRE LAS FLORES ,DE A POCO, LOS MOSCARDONES  GORDOS , PESADOS Y  CANTURREANDO INQUIETOS  Y CHILLONES
LOS PAJAROS INSECTO.-  ES AHI, CUANDO LA  NIÑA...REGRESA.-


RAQUEL DIAZ  REGUERA




A veces necesito la lluvia, ese olor, esa esencia…Ocurre cuando los besos de la vida no tienen sabor a nada. Porque la nada también duele, huele, sabe y se escribe , es entonces cuando soy capaz de inventar puertas y ventanas, con sabores y colores. Endebles, eso si.
Cuando la nada es todo ,lleno mi mundo de palabras , mordiscos y sonrisas. Muchas sonrisas.
Sin darme cuenta , voy convirtiendo los trocitos de vida en cuentos, Me situo al otro lado de las nubes y abro canciones, colores, abrazos…hasta ser yo misma parte de un cuento. Como protagonista o como simple observadora . A veces no hay palabras, parece que se ahogan, no están, y cuando se han ido algunos demonios soy capaz de ver en la vida trocitos de cuentos en noches como esta, de frío. Miro a través de los cristales y veo a las hadas de la nieve correteando entre los árboles. Cuando se encuentran gotitas de agua en equilibrio, soplan sobre ellas y forman preciosos cristales de hielo. Entre tanto, la luna luce orgullosa el brillo y la blancura que le dan los versos que le dedican los enamorados. Pero ,a veces, ocurre que la Luna estornuda y algunos de esos versos de amor se le escapan. Pero ahí están las hadas, siempre tan atentas. Los recogen antes de que caigan sobre la tierra y los trenzan con hilos de sueños formando pequeños copos de nieve. Es entonces, cuando agitando las alas las reparten por todas partes , entonces, la vida ,vuelve a tener su encanto.
Mientras esto ocurre comienzo a tejer un nuevo sueño.




SOÑANDO CUENTOS

HOY- ML
















A veces me pregunto que es lo que me mantiene en pie un día tras otro, y hoy en un día frío de vendaval sin pausa, encontré en lo cotidiano, la respuesta, lo que me ha hecho sonreír todo el día…tanto tenemos todos…, hasta lo más nimio se convierte en grande, porque somos fuego, queramos o no. Salta la fuerza en la forma mágica que acuna seis cuerdas hasta arrancarme una sonrisa , o esa extraña luz iluminando las aceras al regresar a casa. Tener respuestas y saber por fin, quién permanece cuando el agua ya cubre las rodillas. Esos corazones (queridos) que siguen latiendo bajo los escombros. Caminar bajo la lluvia. El brillo en la mirada de alguien que no me conoce pero sonríe al cruzarnos por la calle. Un puñado de fotos rescatadas de la infancia que aparecen cuando menos las esperas. Al mirarlas me devuelven toda la energía de aquellos años. El último verso de Octavio Paz. Inventar palabras . El silencio denso antes de dejarme inundar por la música. Sentirme acompañada, viva. Llegar, y después permanecer.
La edad me ha vuelto selectiva. Ya no hay trampas ni acertijos y mucho menos promesas, no se mantienen. Hay libertad y algo de alivio al ver que al fin he sabido cerrar algunas puertas.
No más mentiras porque la vida no duerme mientras se camina.
Pronto llegará el invierno ,la nieve, el frío y espero que para entonces todos  tengamos en nuestro horizonte un nuevo árbol al que trepar.
Todo esto me mantiene en pie. Y apuesto a que no existe oscuridad capaz de hacerme caer, al menos mientras siga recordando los motivos por los que una vez me levanté





CAMINAR BAJO LA LLUVIA

PUBLICADO POR MILU

HOY-ML








 LA (INVENTADA) LEYENDA DE LAS ESTRELLAS FUGACES


Cuentan que hace muchos muchos años no existía la noche, pues Lampsé, diosa de la luz, lo iluminaba todo con sus estrellas. Pero un buen día Lampsé tuvo un precioso bebé, al que llamó Ocaso. Ocaso crecía sano y feliz, pero era hijo único y se aburría, de modo que constantemente reclamaba las atenciones de su madre. Ésta, cansada de interrumpir sus labores habituales, un día le prestó una estrella para que jugara. El niño la agarró, la miró y a continuación la tiró hacia su madre; la estrella dejó un rastro de luz y finalmente se apagó. Entonces Lampsé le dio otra estrella y el niño repitió el juego de nuevo.

Un día Lampsé, creyendo que no la tiraría, le dio la estrella más grande que tenía: el Sol. Pero Ocaso la tiró igualmente, incluso más lejos que las otras, de modo que se perdió en el horizonte. Lampsé tuvo que ir a buscar el sol, dejando al mundo sumido en una terrible oscuridad. Cuando lo encontró por fin, lo ató con un hilo invisible para que, si su hijo volvía a tirarlo, sólo tirando del hilo volviera el sol a salir de nuevo. Desde entonces el sol sale y se pone todos los días.

Dicen que en los días de verano Ocaso está más inquieto y aburrido y Lampsé le da muchas estrellas pequeñas para entretenerlo. Y por eso hay lluvias de estrellas en algunas noches de verano.




MIL Y UN MINICUENTO

LUZ  NAZCA





























1 comentario:

  1. me encanto tu cuento gracias me gustaria copiarlo en mi face pero no me atrevi a robarlo me transporto a mi niñez gracias!

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